Las palabras ayudan a los
pacientes a librarse de la angustia que los aflige, comenta Freud.
Las palabras ayudan a los poetas
a crear el mundo que no fue, por culpa de la realidad o de los hombres.
Las palabras ayudan a prometer
a aquellos que creen que las malas costumbres pueden cambiar.
Dios mediante la palabra creo
el mundo. Dijo: “Que se haga la luz” y la luz se hizo.
Unos las usan para la guerra; otros
para la paz.
Existen:
Palabras bastardeadas como la
libertad, justicia;
Palabras reivindicadas como
igualdad, memoria;
Palabras odiadas como
dictadura, genocidio y manipulación.
Algunas palabras viven por sí
solas. Pocos merecen hablar de ellas. Pero, a veces, alguien, un don nadie,
aparece y en su boca reciben el valor que se merecen.
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