Pasando en limpio
Es otro día más en el planeta que convive con
el coronavirus. Es otro día más en el que octi no está con nosotros.
Estuve pensando sobre muchas cosas. Me pasaron
muchas cosas y la verdad que no sé ni por donde empezar. A su vez estoy cansado de los mismos problemas
desde hace semanas. Lo peor de todo es que los problemas no son míos. Mi único
problema es Octavio… de ahora en más solo me voy a preocupar en disfrutar,
leer, comer, salir si puedo e ir hacia un lado y hacia el otro si se puede.
Las cosas buenas que me pasaron tienen que ver
con salir, compartir, pero nada artístico que valga la pena. Voy a volver a
escribir la novela, pensar el arte, pensar muchas cosas.
Tengo
que encontrar la manera de salir de esta modorra intelectual y empezar a
trabajar furiosamente.
De lo que sí puedo hablar es de la primavera.
Ahora mismo está lloviendo mucho y no hace calor. Hace unos días sí hizo mucho
calor y la verdad es que fue pesado. Mis malas vibras se dispararon y la verdad
tenía muy mal humor. Se viene una primavera y verano con mucho calor.
No solo fue el calor. Es impresionante como el
viento trajo las cenizas de la quema de la isla a toda la ciudad. No es la primera vez que
pasa y no nos podemos seguir haciendo los boludos. Nos están cagando la vida
con la quema de pasto en la isla. Era una nube espesa, cargada de negrura, olor
a quemado que te entraba directamente a los pulmones. Era imposible estar al
aire libre porque no podía suportar el olor.
Estuve pensando mucho sobre los privilegios que
tengo. Algo muy de moda hoy en día y a la vez muy certero. Existen personas que
creen tener más privilegios que los demás por ser blancos, de clase media, ir a
tal escuela y tener tal cosa. También existen otros privilegios como ser
hombre, o tener dos apellidos, y más cosas.
Hoy en día lo mejor que puede pasarle a
cualquiera es darse cuenta de su propio privilegio. Que eso no ubica a nadie
por encima de otra. Siempre hablar diferencia de clase, o de color, de sexo y
si no se empieza abrir las cosas apelando a la igualdad de oportunidades todo
va a empezar a ir mal de nuevo. Si es que ya no está todo mal.
Está todo muy confuso. Los que se postularon a
diputados, de un partido y de otro, están en la misma idea de banalizar la discusión
política. El mismo espacio que me enseñó a hablar de política hoy no lo hace.
No se sabe por qué. No hay respuesta y nadie quiere preguntar. A veces pienso
que nadie tampoco quiere escuchar la respuesta: todo está mal. No hay nada
bien.
A nivel global, estamos viviendo una
época de cambios tan grandes que el caos es el principal factor de desastres
porque no se sabe si se va para un lado o para el otro. ¿vamos a salvar la
tierra dejando de contaminar o vamos a seguir contaminando? ¿vamos a dejar de
comer carne o vamos seguir? ¿vamos a construir robot para que trabajen o vamos
a seguir trabajando? ¿Vamos a seguir en la democracia o estamos en una
monarquía empresarial con escala mundial? ¿Vamos dar discusiones serias o vamos
a seguir hablando cuestiones sin importancia? ¿Se termina la información gratis
o vamos a tener que pagar? ¿se privatiza o no?
Tal vez el gran problema es que nada está
definido y todo se está por definir. La verdad que no sé. Existe como una especie de traba donde no se
avanza pero tampoco se retrocede. Estamos en una especie de empate técnico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario