miércoles, 25 de agosto de 2021

Pasando en limpio: diario personal

 

Pasando en limpio

Es otro día más en el planeta que convive con el coronavirus. ¿se terminó la pandemia? Es otro día más en el que octi no está con nosotros.

Me pregunto si terminó la pandemia porque veo muchos movimientos anteriores a la pandemia. Me incluyo ya que me invitaron a jugar al fútbol y voy a ir. Creo que es una decisión no ser o no actuar como antes de la pandemia ya que nada será igual. Para bien o para mal. Yo sé que soy un gran negador pero esto no lo quiero negar. Eso sí, de nada sirve ponerme a discutir o dar sermón de por qué no hay que hacer como si nada. Hay un dicho Cubano que dice “es como matar moscas con una escopeta”. Es al pedo. Cada uno hace lo mejor que puede.

Estuve sin escribir varios días. Fue una semana muy difícil, la muerte de joja de manera muy trágica y triste, el estrés por el festejo de betu y recordar que debíamos festejar el cumple de betu de otra manera sino hubiese pasado lo que pasó. Tristemente, las cosas son como son. Y además acciones de betu… [texto eliminado]….Que pase lo que tenga que pasar.

Después de un fin de semana tan movido cuesta volver a arrancar. El lunes es el mal de toda persona. Aunque los antisistemas digan que todo los días son un bajón ya que están programados al igual que el lunes.

Hay una frase de la serie Mad Men que me está dando vuelta la cabeza hace unas semanas. Está en relación con la apertura de todo casi sin pensar en las consecuencias. La frese de Don Drapper que recibe una propuesta de trabajo muy importante del dueño de los Hoteles Hilton. Este hombre le comenta que necesita publicitar sus hoteles en otros países. Don Drapper queda mudo. El hombre le hace un chiste en relación a esto y  Don Drapper le responde algo aprecido a esto “Hay que ir despacio. No vaya a ser cosa que pase como las serpientes cuando pasan mucho tiempo sin comer. A penas ven el alimento comienza a comer y es tanta la desesperación por el hambre que termina por ahogarse y muere” Algo así era. Al menos la idea expresa bien mi opinión acerca de los movimientos sociales, algunos hechos de violencia, accidentes de auto y mucha gente con ganas de salir a festejar, drogarse, escabiar. No lo hablo desde una cuestión moralista, no digo que la gente tiene que salir, no digo que la geste no tiene que festejar, digo que tiene que saber cuidarse, o debe haber alguien que la cuide.

Después de haber pasado una tragedia que me dio tanto dolor, y fue tan imprevisible, pienso que si existen tragedias que se pueden evitar, la sociedad debería estar más despierta. O debería prevenirse desde el gobierno. Como a los chicos cuando le dicen “Ya cumpliste con tu deber de estudiar. Ahora sí podés salir a estudiar. ¡No salgas corriendo que te podés caer!” La ansiedad y la desesperación por pasarla bien puede ser contraproducente.

PD: Lo anterior lo escribí el 23 de agosto. Es deci, en el día de  ayer. No lo pude subir ya que tengo problemas de conexión, pero también de cablerío, de todo.

PD2: el no poder subir me llevó a borrar algunas cosas. Eso también quita la espontaneidad y se vuelve más artificial y frío. Por otro lado, expongo menos mi intimidad. Aunque el objetivo de las redes sociales en general es mostrar la intimidad y no dejar nada para la privacidad.

PD3: es el tercer día que no lo puedo subir. No leí todo lo anterior. Lo único que puedo decir es que tengo que volver a la paciencia. Respirar hondo y estar bien. Estuve pensando mucho sobre el arte de la guerra, estuve pensando mucho sobre las frases hechas. Me pasa algo y la relaciono con una frase. No con una idea, sino con una frase. Creo que tiene que ver mucho con las redes sociales y su manera de interaccionar que tengo yo con ellas. Nada. No voy a ahondar. Termino acá.

 

 

 

 

miércoles, 18 de agosto de 2021

Pasando en limpio: diario personal

Pasando en limpio
Es otro día más en el planeta que convive con el coronavirus (¿se terminó la pandemia?). Es otro día más en el que Octi no está con nosotros. 
Es increíble que en nuestras vidas la tragedia no se termina. Betu se fue a trabajar. Yo me quedé en la cama y en cualquier momento me levantaba..
Antes de irse escuchaba que betu prendía la moto. Mientras echaba a unos perros que estaba en la vereda. No se fueron. Entró al gato. 
La perra, Joja, entró y salió varias veces. Yo seguía en lo mío intentando concentrarme en algo que sea placentero  y no pensar en que dentro de un rato tenía que trabajar y en el dolor que atravieso desde hace más de un año. 
Escuché que golpearon la puerta. Después tocaron el timbre, salió el papá de betu. La señora que golpeó dijo que la joja estaba en la zanja. Que la perra estaba muerta en la zanja. El papá de betu repitió “¡muerta!”. Dos perros pitbull la atacaron, la mordieron y no resistió.  Cuando escuché eso me acerqué a la ventana. Abrí los ojos, tapé con mi mano la boca. Quedé shockeado. No lo podía creer. Rápidamente pensé que como podía ser. Ahora debía contárselo a betu. Sabía que tenía que darle malas noticas. Era la segunda vez en menos de un año. La primera vez fue a finales de noviembre del año pasado. No voy contar sobre esa vez. 
Fui a la casa del papá de betu. Primero miré por la ventana que da a la casa de ellos. La puerta estaba entre abierta. Golpee y entré. El papá se estaba secando las lágrimas. Le dijo que escuché cuando vino al señora a avisar. Me dijo que esa vieja de mierda tenía que avisar antes no cuando estaba muerta ya. Seguía pensando en como darle la noticia a betu. 
Tenía que ir a trabajar. Todavía no podía creer que había pasado eso. ¿Cómo no escuché eso la puta madre? Fue todo muy rápido. Yo la escuché ladrar pero antes de que betu se vaya a trabajar. ¿Cómo se lo iba a decir a betu? Me fui a trabajar. Estaba en cualquier nube, menos en el trabajo. Por suerte los chicos se portaron bien, me escucharon, trabajaron, leyeron, volví del trabajo a casa. Me senté e intentaba procesar todo. No podía creerlo. Miré la hora y eran las doce. Betu iba a volver a las dos de la tarde. Miré la hora de nueva y eran la una. Estuve una hora mirando el suelo pensando por qué nos tiene que pasar una tras otra sin poder recuperarnos. ¿Cómo puede haber muerto de esa manera tan triste, trágica, injusta? Sí, ya lo sé, las cosas pasan aunque nosotros no queramos que pasen. 
Llegó, entró la moto y me saludó. Le conté que había puesto un pollo al horno y unos choris. Primero le dije que se siente que tenemos que hablar. “¿¡Qué pas0ó!?” Entre graciosa y seria. Luego de un rato cuando se dio cuenta que no estaba jodiendo repitió “¡ay, no! ¿¡qué pasó!? 
Un grito profundo y desgarrado salió de ella. La abracé y erra lloraba. Recién ahí pude llorar. No la íbamos a ver más a la joja. Nos acompañó en todo nuestro proceso de tragedia. La cuidamos cuando se puso mal, le cocinábamos, dormía a la noche en nuestra casa, y a la mañana saltaba a la cama para que le abramos la puerta. Largaba un aullido cuando tenía hambre. Se la pasaba ladrando a cualquiera perro o gato que pasara por la vereda o la vereda de enfrente, pero cuando salía no hacía nada.  Era muy buena. Muy compañera. 
Betu salió a la calle llorando y caminando. No hay cosa peor que llorar con un ronquido profundo y ahogante. Escuchar eso es el dolor más profundo de todos.  Fuimos a preguntar de quien eran los perros. No lo encontramos. A la tarde fue con los padres a la casa de los dueños del perro. Estaba ahí cuando golpearon. Betu me dijo que el dueño se excusaba diciendo que también los perros le había matado una gata. Entonces cómo podés tener esos perros acá, nadie va a tener perros o gato porque los van a matar tus perros. Te lo pago, decía el tipo. Como me lo vas a pagar, era una perra que tenía hace diez años, no era una perra de raza, no la tenía para hacer facha, para alardear. El tipo era un pelotudo bárbaro. Al menos betu se pudo desahogar. Fue un día muy triste. Muy cansador. 
Después semejante golpe nos queda las reflexiones. No las quiero, no quiero nada la verdad, pero pasan. Vienen solas. Betu pensaba que es increíble que se pueda perder siempre un poco más. Parecía que las cosas estaban bien, pero no. Nos siguen pasando cosas por las cuál sufrir mucho. ¿Algo más nos puede pasar? ¿Sabés qué es lo peor? Lo peor es que sí. Nos puede seguir pasando cosas malas. Todas las cosas que todavía nos falta perder. 
Aún así, seguimos adelante. 

lunes, 16 de agosto de 2021

Pasando en limpio: diario personal

Pasando en limpio
Es otro día más en el planeta que convive con el coronavirus. Es otro día más en el que octi no está con nosotros. 
Ayer fue domingo de día del niño. También existe una nueva manera de nombrarlo: niñez. No voy a darle más entidad que esa. Cambió de nombre. Seguimos cambiando palabras pero no seguimos cambiando la realidad material de los pibes. Agenda única para el peronismo, pero no para este gobierno bastante pecho frío. 
Ayer fue domingo de día del niño. A betu se le dio por ir a pasear. Era un día muy hermoso, la verdad. No se lo iba a negar. Hace mucho tiempo que no salía a pasear no solo por la pandemia, o la cuarentena, o el miedo al virus, sino porque la verdad no tenía la mínimas ganas. En ese momento consideré que peor podía ser quedarse encerrado en este día.
Había gente, mucha gente. En auto, en moto, en bicicletas, en las plazas en las calles, en los bares. Es un poco absurdo la salida exagerada como expliqué en mi post anterior (fue una exageración cerrar todo de golpe como también es una exageración abrir de todo de golpe). Nosotros andábamos en moto. Después de un rato empecé a sentir incredulidad. No podía entender que la gente esté bien yendo de un lado hacia otro, estando comiendo en los bares, sentía una especie de mentira. Sentía que todo estaba exagerando y que de verdad ninguno estaba disfrutando tanto amontonamiento de gente. Tanta pero tanta gente pegada una a la otra. Tal vez era solo yo que fue ver mucha gente de golpe pero me pregunté seriamente ¿realmente todos querían estar ahí (en las plazas, en los juegos, esperando para comer en los restaurantes, en los patios de comida, en los carritos, para los almohadones de azúcar, para las manzanas verdes)? Cuando pasaba el tiempo me daba cuenta que el que estaba incómodo era yo. Nadie más que yo. 
Fuimos a la casa de mis viejos. Estaba mis sobrinos, mis primos, mis hermanos. Aguantamos todo lo que pudimos y luego nos fuimos. 
Antes de dormir pensé que no fue un día tan malo. La pasamos como lo mejor que pudimos. 

Escuché un ruido. Nube quería salir, entró por la ventana el gato negro, se fue, entró la gata blanca, comió, se fue y nube se fue. Después de un rato lloraba para entrar. Me dormí. Dije algo en voz alta. Estaba soñando. Lloré, me desperté, betu me escuchó. No quería contarle lo que soñé. Después de un rato me preguntó que dije. Le conté mi sueño. En el sueño había llorado. 
No podía dejar de pensar que todas las emociones que sentí durante el día lo soñé esa noche. A una amiga de mi hermano, como en un camping, mientras mi hermano contaba algo que no me interesaba y la amiga lo escuchaba. Yo veía como un cerdo chico se tiraba al agua y luego flotaba sobre el agua. No quiero contar todo. En el sueño, le contaba a esta piba sobre Octavio. Me hacía bien. Mientras le contaba hubo mal entendidos. Tuve que explicar nuevamente. Apareció betu interpelando a la piba por un comentario, por lo cual mi explicación tuve que ser más larga y más específica. Lloraba mientras contaba, me sentía bien, sentía ternura, pero también una tristeza enorme. 
Hay días que serán así. No queda otra que resistir a la locura de querer olvidar todo y la locura de querer recordar todo. Ya habrá un momento en que mi cabeza, en mis emociones más profunda puedo realizar la mejor de las síntesis de mi gran pérdida. Mientras tanto sigo transitando el dolor de la pérdida más preciada. Sí, puede ser que sea un luchador. Tal vez uno de los mejores. Aún así qué dolor enorme se puede sentir a veces. Y nada hay que aceptar al inconsciente, a los sueños, y a las pesadillas. 
Esa misma noche que yo soñé, betu soño con su abuela que falleció este año. Betu tiene directamente pesadillas. Yo no o al menos no me asusta simplemente vivo los sueños. Son sueños muy fuertes que dueles, no me asustan, pero siempre me despierto llorando. Me dejo llevar, peor de lo que estoy no me va a hacer. 
P. D: no quería hablar de esto. Pero fue algo muy fuerte. Son consecuencias que atravieso después de una tragedia. Cada uno tendrá sus consecuencias. Estas son las mías. 
P. D 2: existe una “estrategia” argumental de la narrativa que se llama “ex – machin”. En mi vida, no existe eso. No estoy esperando que algo venga desde afuera (aunque inconscientemente lo desee por ser un simple ser humano que vive en una sociedad, con su cultura metafísica religiosa, etc.) y me salve. Aunque inconscientemente lo pueda desear, sé que no va a pasar. Por eso, creo que lo mejor que se puede hacer es tomarse todo el tiempo, el tiempo en un sistema capitalista es poder, aunque existan personas que te apuren a estar bien. Yo me tomaré todo el tiempo que me tengo que tomar. 

sábado, 14 de agosto de 2021

Pasando en limpio: diario personal

Pasando en limpio
Es otro día más en el planeta que convive con el coronavirus. Es otro día más en el que Octi no está con nosotros.

Me levanté de golpe de la cama. Fui a la cocina y vi que la puerta estaba cerrada con traba. Nunca cierro con traba a la siesta. Me asusté y caminé para atrás. Estoy yo solo así que es imposible que sea otra persona que yo. Esto no es un cuento de misterio y tampoco de terror. Fui yo el que hizo eso. Lo único que demuestra la puerta trabada es mi estado de psíquico. Estoy haciendo cosas maquinalmente, sin pensar, y después no me doy cuenta que lo hice yo. Y lo peor es que me sorprender y me digo “¿yo hice/dije/ eso?” Son días.
Cualquier observador astuto podría decir que la pandemia ya terminó. De la misma manera que hablé de la paciencia la semana pasada puedo decir que si no soy el único que piensa en eso debe haber dos o tres más. La calle está explotada de gente y las plazas también. Las noches se escuchan muchos ruidos. No digo que esté mal lo que quiero decir que de la misma manera que era una exageración el año pasado cerrar todo como se hizo es también una exageración abrir todo como si nada hubiese pasado de golpe. De la misma manera que creo que fue un error de la cuarentena del año pasado es también un error la apertura de esta forma. No sé. Algo me hace ruido. Debe ser el aprovechamiento político más que nada. 
Cambié la organización del día. Hice ejercicio por la mañana en vez de la tarde como venía haciendo y siento que me duermo. Creo que si me dejo llevar por un rato me duermo enseguida. Sin dar vueltas y sin estar con el teléfono o pensar cosas que a nadie le importa y que mi mente piense por mí mismo. Es decir, tener insomnio.
Ayer a la tarde medité. Puse el teléfono en la aplicación para respirar y dejé que mis pensamientos fluyan por sí solos. A la vez, escuchaba todo a mí alrededor. Al frente de mi casa hay un kiosco y se escuchaba la conversación entre cliente y empleado. Eran las conversaciones típicas “que te dio” Quiero esto/aquello”. Los autos pasaban por las piedras de la calle dejando polvo levantado, olor a aceite y nafta, y el ruido del motor alejándose. De la misma manera pasaba con las moto aunque un ruido más leve. También podía escuchar las ruedas de las bicicletas andando arriba de las piedras. El vecino había puesto cumbia y se escuchaban como hablaban por encima del volumen de la música. Era un día como todos los demás desde hace un año que vivo acá. Lo diferente era mi pensamiento en cuanto todo eso. No sentía rechazo sino más bien aburrimientos. Después veía como pasaban por mi mente el pensamiento. No dejaba que los pensamientos me tomen, sino que siguieran su camino. Tampoco los etiquetaba, sino que sigan su camino. Fue solo un rato, pero lo suficiente como para levantarme un poco mejor. Lo debería hacer más seguido. 

Hace unos días venía leyendo unas frases sobre la modestia o la humildad. Y lo estaba relacionando con las personas que conozco, me incluyo, que estamos por terminar algo, sea un trabajo, una carrera, arreglar algo o cualquier cosa que se considere un proyecto, y no podemos dar el paso para terminarlo. Me gusta la frase que estaba leyendo porque habla sobre como la duda puede paralizar o lazarte hacia el objetivo. En la frase se comente que hoy en día la duda obliga al hombre moderno a detenerse del todo. Y no es así, sino que la duda debería ser el lugar de apoyo para reflexionar, pensar, razonar, para luego lazarse hacia el objetivo. La modestia como el momento de pensar “¿hice algo mal? ¿Cómo puedo mejorar?”. Está bien pensar eso. Lo que está mal es pensar “nunca lo voy a poder lograr. Nunca voy a aprender –algo-”. Interesante.

Escuchando hablar sobre la salud mental a Iñijo Errejón me dispararon varios reflexiones que iré deshilachando a la largo de la semana o del mes. Hablaba sobre cómo las personas estamos saturadas, pero quiero frenar en algo periférico. Hablaba de cómo los millenials, los de 30 a 40 años muestran en las redes que hacen mil cosas: fotógrafos, teatro, música, stand up, escribe en un blog y varias cosas más. Todo esto se muestra en las redes, pero comenta de una ejemplo de cómo se hace mucho, se produce mucho, pero se vive en habitaciones o casas muy pequeñas como si fuera adolescentes. Comenta que en algún momento explotan y caen en depresiones, o ansiedades, o cualquier otro problema psíquicos. Hablo de esto porque comenta que la persona se cuestiona así mismo en vez de cuestionar al sistema, a la sociedad, que poco a poco lo empuja a empleos precarios, sueldos de hambre y hacia la marginalidad.
No es la primera vez que hablo sobre la salud mental. Y casi, me digo a mí mismo que “van a pensar que está re loco” esta visión es propia también de la crianza. Donde se habla sobre la salud mental y como dice un locutor de radio por ahí “yo me quiero deconstruir, pero existen cosas que me la metieron en el cerebro cuando tenía cinco años” ¿y cómo luchar en contra de ese adoctrinamiento pasivo? No quiero exagerar. Pero existen esos pensamientos de un tío, primos, amigos, que dirá “no seas maricón. En mis tiempo para sacarnos la ansiedad íbamos a cavar pozos” De todos, modos yo también caigo en este “pensamiento de tiburón”. Es decir, de pensar que uno puede todo, solo o acompañado, contra todos. Y no es así. Y termino acá esta reflexión por miedo a ser redundante porque como ya dije no me gusta corregir. 
Como dije, son esos días. Termino llegando tranquilamente a mi objetivo de las mil palabras. Que tengan un buen día, noche o tarde.

viernes, 13 de agosto de 2021

Pasando en limpio: diario personal

Pasando en limpio
Es otro día más en el planeta que convive con el coronavirus. Es otro día más en el que octi no está con nosotros. 
Abrí un ojo. Después otro, escuché que Nube lloraba. No me levanté. Betu se levantó a darle de comer y abrió la puerta para que la perra salga al patio. Subí la frazada hasta la cabeza. La bajé, miré con un ojo la ventana y todavía estaba oscuro. No había amanecido. No quise ni preguntar la hora que era. Me tape de nuevo hasta la cabeza para no sentir el frío. 
Respiré hondo y me di cuenta que estaba resfriado. El resfrío que tengo siempre por la mañana cuando duermo la noche anterior destapado hasta el pecho. Me muevo hacia el costado y me pongo en modo fetal. No está bueno usar esa palabra. Muchos recuerdos paralelos que no voy a nombrar.
Después de un rato agarré el teléfono y estuvo bastante tiempo en la cama hasta que agarrara coraje para enfrentar el frío. Me levanté, me preparé un café con leche muy caliente, me senté a leer un poco así me puedo poner a estudiar. Las masitas estaban muy dulce así que no le puse azúcar al café. Al terminar tuve que ir por un vaso de agua porque la dulzura todavía la sentí en la boca. Era rica las masitas, pero al comer muchas a la vez era muy dulce. 
Mi cuerpo se acostumbró a la brisa fresca. Aunque el horno y las hornallas prendidas volvieron al comedor y cocina bastante cálida como para comenzar la mañana.

En estos tiempos de cuidarse me acordaba la idea de “no salvarse”. Los poetas de antes hablaban mucho sobre no caer en la comodidad, en la salvación, en la cultura del bienestar. Claramente era otra época donde uno podía confiar en su cuerpo ya que no había una plaga circulando por cualquier parte del mundo. Entonces los poetas agitaban la idea de no salvarse, de ir por todo, de ir contra lo establecido, el estado, la policía, contra cualquier que pudiera poner autoridad. Ahora eso no es posible porque es el cuerpo el que se está degradando y los límites lo pone un virus. ¿Cómo enfrentamos un virus? No sé. No tengo respuestas. Lo que sí estoy seguro es que no hay otra manera que tener paciencia. En algún momento se terminará por lo que cada uno debe prepararse en lo suyo para cuando el mundo se abra otra vez. Pero creo que no hay otra cosa que tener paciencia y trabajar sobre uno mismo, pensar en lo que quiere uno de sí mismo, o en lo que quiere progresar o en lo que quiere ser y hacer. Y después tener paciencia. Observar todo lo que pasa a nuestro alrededor, las decisiones que se toman para enfrentar esto. Observar cómo nos dejó esto, o nos dejará, cuáles serán las consecuencias mentales o físicas. Observar las posibilidades que nos dejará todo esto para desenvolvernos en nuestras vidas lo mejor que podamos. No será fácil porque vamos a quedar rotos. No tengo dudas, por eso tener la paciencia suficiente para rearmarnos. Y no hablo solo en sentido espiritual, sino también material. El panadero deberá rearmarse, el kiosquero, el verdulero y el obrero de cualquier área. Yo hoy opto por la paciencia, aunque a veces existan muchas ganas de tirar la toalla. 

P. D 1: Todo lo anterior no lo digo de manera ingenua. Estamos sufriendo y soy consciente, pero la única manera de seguir es tener paciencia para luego actuar. Mientras tanto observar, imaginar, planificar. Ufff, parezco un pastor.
P. D 2: Me quedé seco mentalmente. Bueno, creo que lo importante es recordar los objetivos. Son pocos pero los tengo que cumplir. ¿qué seríamos sin objetivos, o sueños o algo que está allá en el futuro, en el mañana? Creo que nada. 
P. D 3: la idea es siempre escribir entre ochocientas y mil palabras. Claramente no estoy llegando. Me acuerdo que antes me ponía muy exigente en llegar a las mil palabras por eso empezaba a escribir sobre como no me sale escribir hasta llegar a las mil palabras. Entonces decía todo lo que se me dificultaba, los temas difíciles de abarcar, las excusas, los problemas, las herramientas que me faltan. Bueno decía todo eso y llegaba. Ahora quiero tener una poco de dignidad y no hacer esa “lloriqueo”. Así que voy a dejar de escribir ahora. 

jueves, 12 de agosto de 2021

Pasando en limpio: diario personal

Pasando en limpio
Es otro día más en el planeta que convive con el coronavirus. Es otro día más en el que octi no está con nosotros. 
Es el segundo día que duermo de noche. La verdad es que siento una especie de satisfacción. Me desperté y vi que iba a ser un día bastante soleado. 
Anoche entré la moto, la sentí pesada, como si estuviera desinflado otra vez. Miro la rueda de atrás y estaba pinchada. Me fui a dormir y la verdad que no me acordé hasta hoy a la mañana cuando la saqué afuera. Preparé una pizza, no había salsa preparada y tuve que hacer una rápida, sin cebolla, con tomate y especies no más. Estaba fría pero dentro del horno iba a calentarse mientras se derretía el queso. Puse el agua para el mate, la metí en el termo y le dije a betu que iba a ir a hacer emparchar la moto. 
Cuando salí veo en la esquina una camioneta y un patrullero. Seguí caminando y llegando a la esquina veo detrás de la camioneta una moto tirada. En una esquina estaba un grupo de hombres, seguramente dueño de la camioneta y de la otra esquina un chico. El chico seguramente estaba chismeando y los hombres esperando a hablar con los policías. No había cara de preocupados, no vi sangre en la calle, tampoco ambulancia, era solo un golpe.
Seguí caminando con la moto al lado. La prendí porque no daba llevarla apagada y con la rueda pinchada porque se hace pesada. Doblo la esquina y trato de ver si está abierta la gomería. Me parecía que estaba cerrada y cuando más me acercaba me daba cuenta de que sí. Pensaba que iba a tener que esperar, pero al pasar por un kiosco veo que estaba el dueño de la gomería comprando. No me vio o no me quiso saludar. Llegué a la gomería y lo esperé. Me saludó, charlamos del clima, de cuanto puede salir una llanta, si la pinchadura era profunda. En menos de quince minutos ya la había arreglado.  
Cuando volvía la pizza estaba. Betu la había sacado del horno y el mate estaba preparado. Me preguntó cuánto salió y me senté a desayunar pizza con mate. Aunque no se crea no hay cosas más rica que una pizza casera (la masa casera echa días atrás) y el queso y salsa caliente con unos mates. 
Existen cosas que no se hablan. Como la falta de trabajo, la suba extrema de los alimentos, las pocas ideas que existen en las elecciones. Estamos siempre enredados en discusiones que la verdad que no tienen nada que ver con las cosas de verdad. Mucha superficialidad y me estoy dando cuenta que hasta en los temas serios. Como por ejemplo, el tema de la salud mental en las redes. A veces pueden servir solo para etiquetar “tengo esto”, pero no hay un cambio profundo. Las elecciones se hablan más de los candidatos que de las propuestas los argumentos ad hominem son muchos. No hay otras cosas. Hace bastante no se habla de plan a corto, o largo plazo. 
Por otro lado, me estaba acordando de las fake new. Hoy nadie puede decir que no se creyó una noticia falsa. Todo caímos en creer algo que después de un tiempo dijimos “ah, pero no era como yo pensaba”. Y yo pongo en el mismo nivel la noticia falsa y las teorías conspiranoicas. Yo caí, no mucho, pero casi bastante, en la teoría de la tierra plana. ¿Por qué se sigue cuestionando esas idea?  Yo creo que porque las instituciones se alejaron tanto de las personas y no sirven más que para hacer negocios millonarios. El invento no es para la humanidad sino para el capitalismo. Para que las cosas se vuelvan mercancía y ganar muchas plata. Entonces la duda en la vacuna, en la tierra, en el hombre a la luna, en la tecnología, en las redes se hacen cada vez más extremas. Para mí, es culpa del poder que se aleja de las personas y realizan una lucha personal. Teniendo en cuenta principalmente su propia economía.  
¿Cuáles fueron los mecanismos por el cual creía sobre la tierra plana? Existen tres cuestiones: una persona malvada, que oculta, que tiene un plan, para realizar una manipulación masiva. Yo no creo que existe esto, lo que sí creo  es que existen dueños de  grandes empresas o mucha plata en una mesa redondo donde discuten el camino del mundo. A su vez creo que existen tres o cuatro mesas en el mundo donde se sientan estas personas. De esta manera, cada mesa redonda con sus hombres ricos pertenecen a un grupo y al existir muchos grupos todos luchan por su dinero. ¿Qué tiene que ver esto con la conspiración? Será muy difícil diferenciar entre una teoría conspiranoica y una mesa redonda con personas ricas que quieren poder, dinero y establecer su modelo de mundo.  Hay teoría que no son conspiraciones, pero al dar vuelta teorías como “la tierra plana” todo se vuelve poco creíble. 
 A su vez, uno siente que debe dejar que el mundo haga lo que se le cante. También darles mucha bola es darle poder. Yo tengo mis problemas, y no lo digo en términos individuales, en términos de territorio. En términos interindividual, tengo mis problemas con mi trabajo, con mis amigos, familiares, el vecino, mi pareja, conmigo mismo. Lo que quiero decir que no tengo que anteponer esos problemas “mundiales” de poder global a mi vida cotidiano. Aun que sepa que lo global repercute en lo cotidiano. Yo decido cuidar lo cotidiano. 
P.D 1: no me interesa hacer correcciones de estilo o de gramática o de estética

miércoles, 11 de agosto de 2021

Pasando en limpio: diario personal

Pasando en limpio
Es otro día más en el planeta que convive con el coronavirus. Es otro día en que octi no está con nosotros.
Eran las ocho de la noche y ya estaba acostado. Me había levantado temprano, pensé que por fin iba a poder dormir de noche. Abro los ojos y eran las doce de la noche. Otra noche de insomnio.
Di vueltas en la cama. Agarré el teléfono. Lo dejé. Nube, el gato, lloraba y lloraba. Me levanté a ponerle comida en su plato y volví a acostarme. Seguía llorando. Me levanté de nuevo y le abrí la ventana. Capaz que se quería ir. Fue a sentarse arriba de la cajonera y miraba hacia afuera con la ventana abierta. Hacía much0o frío pero no le importaba. Después de un rato siguió llorando. Le gritaba que se callara y se callaba, por un rato. Luego seguía sin parar. 
Escucho que corre de un lado para otro. Miro para ver que estaba haciendo y jugaba con mis zapatillas. También vi que agarró una tapa y la llevaba de un lado para otro. Cuando se cansó seguía llorando. Se acercó a mi lado de la cama caminando por el respaldar de la cama para maullarme más fuerte, y lo más cerca posible de mi oreja. 
Lo agarré con las dos manos y lo tiré a los pies de mi cama. Cuando estaba ahí lo empecé a molestar y me mordía la mano. Me mordía fuerte, pero seguía molestándolo hasta que se enojara o se cansara de jugar. Le tocaba la cabeza y cuando me atacaba le tocaba las patas de atrás. Se ponía como loco y maullaba. En un momento se enojó demasiado y en forcejeo de atacarlo por la cabeza y las patas de atrás se cae de la cama. Se fue para la cocina. No se escucho por un rato. Me dormí. Me muevo para acomodarme y debajo de las frazadas estaba Nube durmiendo al lado mío. 
No lo quería mover porque se podía despertar y empezar a llorar y me cansa. Dormí al borde de la cama, incómodo, para que el gato duerma. Qué molesto este gato.
Me levanté a las siete de la mañana. Nube se levantó conmigo. Comió y anduvo por la cocina, pero estaba tranquilo. Seguro que con frío. 
Prendí la tele y no se habla de otra cosa que no sea Messi y las elecciones. De Messi, la plata, el marketing, cómo está compuesto el equipo, el director técnico, París: hermoso todo, la verdad. En cuanto a las elecciones, existen muchas buenas propuestas, pero siguen siendo planes a corto plazo. Eso es una lástima. Es verdad que Alerto tiene dos años más para poder hacer algo, pero está más ocupado por los derechos de las minorías que el sueldo de las mayorías. Seguramente se gane, pero no va a ser suficiente. Las cosas no están mejor y si no estalla todo es porque existe un control que sobrepasa al malestar general. 

Hoy será un día largo. Ni bien termine de escribir me voy a poner a leer un poco sobre psicolingüística. Materia que no aprobé hace una semana. Por eso me quiero poner ya. Y tengo que ponerme mucho en mejorar la exposición oral. Ya me garbé diciendo mi exposición así que lo tengo que escuchar y ver qué cosas puedo mejorar. 
Agarré los papales que estaban dentro de la biblioteca. Adentro estaba un estuche. Me tomé un mate que se enfrío porque pasé un poco de tiempo sin ponerle agua. Así que tomé dos o tres hasta que se caliente y no tome agua fría. Saqué del estuche la bolsa de faso, lo puse adentro del papel y armé lo mejor que pude. No soy un buen armador de porro, pero salió bastante digno. Tampoco soy de fumar pero hace unos días estoy de muy mal humor y tal vez es un poco de estrés. Por eso, voy a fumar un poco para relajarme. No sé por qué tengo que decir que de verdad, fumo poco, y voy a fumar un poco no más.
Después que se me pase el efecto voy arrancar. Ojalá que sea un día lo más productivo que pueda. De lectura, de estudio, de guitarra y no sea un día bajonero, o de tristeza o de mal humor. 
P.D 1: durante mucho tiempo hice borrón y cuenta nueva. Pensando que todo lo que hice antes no sirvió. Me parece, al menos hoy, que no puedo destruir todo lo que hice antes para hacer algo nuevo. No, no tiene sentido. Lo que tengo que hacer es “hilar” lo viejo con las ideas nuevas. Y no tengo que destruir lo anterior por lo nuevo. Hay cosas que antes me sirvieron, que tal vez ya no sirvan pero hay cosa que sirven, por eso tengo que saber distinguir. Creo que lo que tengo que dejar de antes es la paciencia, saber esperar, para luego actuar.
P. D 2: una de las tantas cosas difícil es luchar contra el desgano, la desmoralización. Tal vez es como dicen por ahí la vida se parece más a luchar que a bailar.
P.D 3: los puristas, los más estrictos, dirán que los posdatas se escriben solo en carta. No me importa. Lo voy a usar acá como agregado. Son cosas que se me ocurren y no sé donde ponerlas, pero pertenece a mi día, a este día, que escribo en mi espacio o diario personal.

martes, 10 de agosto de 2021

Pasando en limpio: diario personal

Pasando en limpio
Es otro día más en el planeta que convive con el coronavirus. Es otro día más en el que octi no está con nosotros. 
No puedo explicar lo bien que comí ayer al mediodía. Fuimos al chino y compramos para la picada, luego carne como plato principal. Cuánta culpa y cuánta delicia al mismo tiempo. El salamín era muy rico y quedaba más rico con el queso roquefort. Agarré la tabla corté todo el salamín, agarré el pan, un poco de esto y también de aquello. También compramos Doritos y maní cervecero. El vino que compramos no era tan rico para mí. Le sentí un poco de gusto alcohol, pero era solo para mí, aunque he probado peores y la verdad que después de un pedazo de queso roquefort era muy pasable. Cuando llegó la carne busqué la salsa criolla que compré, ya preparada, en el chino. Estaba muy rica. 
En algún momento me acordé de Octavio, siempre me acuerdo de Octavio. 
Después me fui a acostar, di vueltas en la cama con el teléfono. Me di cuenta que tenía las uñas e los pies largas y me las corté. Después de un rato, me dormí. Como a las dos o tres horas me desperté porque tenía que ir buscar algunas fotocopias que había encargado a la tarde. Cuando volví, no volví a dormirme como a las diez de la noche. Por suerte, me dormí enseguida hasta hace un rato. 
En las noticias, en las redes, no se habla de otra cosa que las próximas elecciones. Son elecciones muy mediocres. El oficialismo, que yo apoyo por ser peronista, no es casi nada de peronista, y no es por el hecho de que los viejos peronistas critiquen al gobierno, sino porque se nota mucho. La oposición es un desastre andante. Se pelean por el poder, no tienen ideas, y solo presentan por separados. Logran que gane el oficialismo, aunque no hay nada que festejar. La pandemia devastó al país, teniendo en cuenta que ya venía, mal. La pobreza es mucha y la falta de trabajo también. De acá a diciembre, al menos que se arme de un buen paquete de ayuda social (sí, sé que no habrá un mejoramiento en el trabajo, o suma, o caerá la precarización laboral, eso no va a pasar). El gobierno se para en la mediocre llevada de la cuarentena, de muy buena vacunación, y de la esperanza de que las cosas vayan a cambiar. Qué complicado que está todo cuando se piensa un poco más allá la realidad 

Amaneció con una claridad bien celeste. Será un buen día a pesar del viento frío. Si cualquier tiene la posibilidad de resguardarse, o cuidarse del frío, y no está para la gente que no puedo. 

En términos personales, siento que las cosas están bien. Tengo muchas ganas de ponerme con mis cosas. Tengo ganas de salir, aunque con mucho cuidado. No tengo que ser como los adolescentes que como hace mucho que no salen ahora salen por todo. Eso es peligroso. Vi una noticia de tres chicos que viajaban en auto y chocaron. Habían salido de alguna fiesta, donde el lugar debería estar cerrado, volvían a su casa, chocan con otro auto, mueren. Los del otro auto sufrieron heridas leves y a otro chico le tuvieron que cortar el brazo. Las desgracias tanto del año 2020 todavía se ven este año de 2021. Parecería ser que las cosas cuando tienen que salir mal, o se hacen mal, o cuando se cree que puede salir mal y se intenta igual, el resultado es todavía peor de lo imaginado. 

Lo que tengo que hacer es no distraerme de cosas que son tan banales. Leí por ahí que cuando uno se distrae debería preguntarse de qué cosa más importante no está distrayendo. Tal vez así podría volver al camino que alguna vez me comencé a construir.

Tengo ganas de volver a ponerme a escribir. Aunque también a leer. En facebook, me llamó la tención una publicidad sobre una aplicación que servía para poder leer muchos libros en poco tiempo. En la imagen de la publicidad estaban los nombres de las novelas, y al lado, los minutos que puedes tardar en leer el libro. Me dio curiosidad (aunque sabía que me estaba distrayendo de lo que tenía que hacer) e ingresé al link de la publicación. Cuando entro veo que los libros que daban para leer son en realidad resúmenes del libro original. Era por eso que podías tardar de leerlo en poco tiempo. Me hizo acordar de lo que decía Alejandro Dolina: la gente no quiere leer, quiere haber leído. 

Estoy terminando de escribir. Agarré los auriculares y me puse a escuchar Wos. Tiene temas muy buenos y precisamente en ese “disco”, no sé cómo se llamará ahora a los grupos de canciones que se sube a youtube ¿playlist? Puede ser. Escucho mientras escribo. Voy a seguir escuchando y dejar de escribir.

lunes, 9 de agosto de 2021

Pasando en limpio

Pando en limpio 9-08-21
Es un día más en el planeta que convive con el coronavirus. Es un día más en el que octi no está con nosotros.
Hoy arranco a escribir para el blog. Este espacio lo creé para uso personal hace un año. Empecé diciendo que iba a escribir mil palabras por días y lo hice durante un tiempo bastante largo. Luego lo fui haciendo cada dos días o tres y luego cuando me acordaba o me sentía muy mal. Podría comenzar escribiendo sobre los temas que más de duelen, pero no tengo apuro para hacerlo. Por eso, voy a empezar contando mi día, y como seguiré mi día, ya que es temprano a la mañana. 
Estoy sin dormir bien hace unos días. Debes ser desde que rendí muy mal hace unos días un final en la carrera. Tengo las mañanas muy cambiadas. Hago mis cosas de noche y paso mucho tiempo con el teléfono en la cama. En facebook o viendo cualquier video que se me cruce por youtube o cualquier cosa que me de un poco de curiosidad. Por esos motivos u otros, me voy a ir a trabajar sin dormir. Tengo la suerte de trabajar pocos días. Aunque hubo semanas en que la pasé muy mal y quería trabajar muchas horas más. Trabajo cuatro horas por semanas. Todavía no me recibí, pero tengo la posibilidad de trabajar. Hace nueve años que estoy estudiando en el profesorado y me falta poco para terminar la carrera, pero todavía no puedo dar ese paso.
Desde que Argentina salió campeón de fútbol de la copa América no puedo dejar de pensar en que las cosas pasan cuando tienen que pasar. Se ha jugado mejor, se ha tenido mejor equipo, pero pasó cuando no se ha jugado muy bien, y cuando el equipo no era uno de los mejores. Y no puedo dejar de pensar que las cosas pasan cuando tiene que pasar y no queda otra que seguir intentando y seguir siendo uno mismo. Digo todo esto en relación a Messi. El tipo siguió jugando, siguió intentando, ganó todo con su equipo hasta que ganó. No fue la copa del mundo pero fue un triunfo más que importante, en la cancha de Brasil, contra Brasil. No quiero hablar de fútbol, lo que me interesa es hablar de Messi. Básicamente, lo echaron de su club. Él había comenzado a jugar ahí a los trece años. Por un problema económico, un problema institucional, el club decidió dejarlo ir a pagarlo lo que vale. Esto me hace pensar que las instituciones, los burócratas, siguen y no tienen sentimientos. No les importo nada que el jugador que le dio todo (podría enumerar muchas cosas y no solo económica) lo echen de un día para el otro. No es justo. 
En la despedida, en una conferencia de prensa, habló Messi. Bueno, es lo que intentó hacer. Lloró de una manera tan desgarradora que hace pensar que el fútbol traspasa las fronteras de los racional. No era el tipo que jugó muchas veces ante canchas llenas con más de 70.000 personas presente. El que se enfrentó con la pelota a mucho jugadores, el tipo que es millonario, querido por personas de todo el planeta, era una simple persona triste, herido, un poco confundido, pero satisfecho de que dio lo mejor para su club. Me hace pensar que muchas veces hay dos vidas, la que uno vive para hacer las cosas y las repercusiones, valoraciones, adjetivos que los demás le ponen, y lo es uno. Uno es y hace cosas y los demás hacen lo que quieren. 
Yo siento que no tengo que dejar que todas las cosas me den lo mismo. No todo es lo mismo. Ya sé que pasé el trauma más doloroso que le puede pasar a un ser humano. De todos modos, hay que seguir. Creo que yo me equivoqué en que siempre estuve mirando para afuera ¿es eso o simplemente no hay explicación? Lo que sí sé hace bastante es que tengo que cuidar mi salud mental. Es algo que voy a hablar mucho de eso. De cuidarse, de pensar lo que uno quiere para la vida, porque a pesar de que yo quiero ser más de lo que soy nunca voy a ser más que nadie y lo único que me puede cambiar es exponerme a las situaciones que me pueden hacer crecer, madurar, ser mejor, pero tampoco tengo que olvidar que la vida también es estar y ser con los demás. Aunque es este momento de mi vida es lo más difícil. No quiero estar con nadie. No quiero ver a nadie, aunque sé que está muy mal. Poco a poco estaré mejor.
Como dije antes, me tengo que ordenar y tener bien en claro los objetivos. Tengo que estudiar, practicando la exposición oral, seguir practicando la guitarra, volver a escribir, escribir este espacio personal en el blog, es decir, compartir. Además tengo que seguir trabajando como lo tengo que hacer dentro de veinte minutos o más.  

Reflexión 1- De 2016

Soy muy joven de edad y soy sincero al decir que hablo desde mi ignorancia, en realidad hablan mis nervios, se tensionan por las preocupaciones que algunos consideraran banales, pero para mi son muy importantes. Me preocupan cosas inmateriales como la verdad.
Desde mi forma de vivir no puedo aceptar la vida tal y como me la dan: verdades prefabricadas; libros con respuestas; felicidad a nueve con noventa y nueve; discursos políticos, religiosos. etc. Y aunque intente aceptar la vida como es, mi cuerpo rechaza esa idea haciendo fallar mí estomago. Me agarran calambres, retorcijones. Además, mi alma tampoco acepta las verdades prefabricadas que se encuentran en los libros de auto ayuda. Y mucho menos acepta a los gurús que aparecen en televisión vendiéndote la felicidad ¿Por qué? Porque hacen daños a los más débiles.
Entonces creo, desde lo más hondo de mis entrañas, que la verdad está en la búsqueda.
No importa lo que se busque, lo importante es que esa búsqueda sea el motor de la vida, sea nuestro deseo de estar mejor y nos lleve al lugar que siempre quisimos estar.
Por eso:
Basta de esperar que la verdad venga de arriba.
Basta de ser tan cómodos como para aceptar la verdad que nos venden.
Basta de verdades a ofertas.
Basta de que nos lean verdades, vayamos a la fuente e interpretemos, así podemos hacer otra interpretación,

ya que es la única forma de mejorar este mundo jodido.